Este gobierno se ha tomado su tiempo para sorprendernos. La verdad creo, que de alguna enfermiza forma u otra, vamos a extrañar a Abel Pacheco y sus ocurrencias. Al menos entonces teníamos una buena razón para quejarnos. Pero... con Oscar Arias no es tan fácil. Este tipo es un hábil político (quiero decir, el Nobel de la Paz no se gana por una linda cara... obviamente) y además es discreto y no se expone a la prensa. Todo lo contrario al psiquiatra más famoso de la televisión nacional, que descanse en paz.
Pero la verdad es que, sí, me tengo que retractar. Después de la entrevista que La Nación le hizo a Oscar Arias el pasado 9 de agosto, no tengo nada más que decir. Estos 100 días de Gobierno... prometen. Para muestra un botón:
¿Usted sabía de la situación a la que ahora se enfrenta?
Sí sabía, pero diay, imagínese usted, si hay letargo conmigo, sin mí no se hubiera hecho absolutamente nada.
¿Tiene esperanza de que salga adelante? ¿Siente frustración?
No, no, yo sé de estos obstáculos, son difíciles. Ahora es más difícil porque hay un multipartidismo en la Asamblea Legislativa. Antes era más fácil llegar a acuerdos, pero bueno, vamos a poner a Costa Rica a caminar de nuevo. Yo lo que dije fue que para el 2021 quería ver si podíamos llegar a ser un país rico y creo que Costa Rica, si quiere, puede llegar a serlo, si quiere. Hay gente empeñada en que no.
¿Por qué están empeñados? ¿Qué cree usted? ¿Por ir en contra suya, por dañar el país, por politiquería o por convicción?
Por todas esas razones, unos por convicción, otros por ignorancia, otros porque no quieren que yo cumpla lo que dije en campaña.
¿Cuál será su reacción? La gente fue a votar con gran expectativa de un cambio y aún este no se palpa todavía...
Ya lo están viendo.
¿Qué están viendo?
Diay, ¿vos no estás viendo? ¿Dónde vivís? ¿En Marte? ¿O tenés los ojos vendados?
2 comentarios:
Increíble, ¿ verdad?
¿Un premio Nobel no se gana por la linda cara?
Pues OAS se robó ese premio. Es conocido que él mismo se movió, diplomáticamente, y que no permitió compartir el premio con el entonces presidente de Guatemala.
Además, el premio Nobel de la paz es el más fácil de ganar. Nada más mire la lista de los galardonados.
No hace falta mucho talento y OAS -esto lo sabe uno si se atreve a leer alguno de sus libros - no es un hombre brillante, por más que se diga lo contrario si uno se deja llevar por el prestigio por él mismo construido en los medios malitos de este país.
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