jueves, junio 22, 2006

Una mirada hacia adentro.

Los ticos estamos tristes. Se nos nota. Manejamos más violentos, andamos ceñudos en la calle... hasta el pobre turista que se detiene a pedir direcciones se pregunta si se habrá equivocado de país porque de pura vida no tenemos nada. Ni que decir si el turista, además, es alemán.

En realidad los ticos estamos perdiendo la fe. Fe en los políticos, en las instituciones públicas, en la televisión, en nuestra gente... y hasta en el fútbol. Entonces yo me pregunto: cuándo hayamos perdido la fe en todas las bases sólidas que nos rodean... ¿qué haremos? Cuando ya no creamos en nada y tengamos que empezar a creer en nosotros mismos, ¿vamos a poder?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Me resulta tremendamente impresionante la forma en la cual la gente está deprimida o enojada por el resultado de tres partidos de fútbol.

Hay un libro de reciente publicación (Fuera de juego, Carlos Sandoval) que dice que los aficionados al fútbol ven en el lo que ellos piensan que son; los fans de grupos musicales ven en ellos lo que quisieran ser; los consumidores reflejan en lo que compran lo que realmente son.

Continúa Sandoval diciendo que en Costa Rica hemos construído una identidad nacional en torno al fútbol, es decir, "la Sele" define lo que somos. Como a la selección le fue mal, entonces estamos mal.

Curiosamente las cosas deberían actuar a la inversa: los jugadores de la selección deberían reflejar la realidad del país. Muchos han intentado en estos días editorializar esa opinión: "la sele está mal porque el país está mal.", pero a la luz de tu comentario se da uno cuenta que no es cierto.

Julia Ardón dijo...

Será cuando tengamos que comenzar a tener fé en nosotros mismos...? tocar fondo para agarrar impulso?
Quizá...
porque nadie viene de afuera, ninguna persona te hará felíz ni ninguna inversión extranjera.
Lo que es arriba es abajo.
Como en todo.

Jules dijo...

Será más bien que la furia venía de antes, y el futbol fue el opiáceo para olvidar.. ahora que no nos queda ni eso, regresamos al estado original.

Una posible solución sería atacar la razón de la tristeza de raíz, sin embargo, el señalar con el dedo es mucho más fácil.

Carlos Guzman dijo...

Normalmente cuando un pueblo despierta de la idea que "qué bonito es mi país" empieza a ver adonde se larga...
así que no me extraña seguir observando cómo aumentan las filas de ticos en el aeropuerto o en las fronteras...

Anónimo dijo...

Que va, yo estoy trsite de este país todos los días cuando abro los benditos periódicos.

Una terrible decepción en todas las instituciones nacionales, programas sociales o proyectos de desarrollo que caminan a medias, cuando caminan!

No,no, nosotros pudimos haber ganado el puto mundial que eso es irrelevante, porque al día siguient, igual vamos a tener una caja que no da abasto, una burocracia corrupta, unos sindicatos ignorantes y un aeropuerto sin terminar.

Yo al menos hago mi trabajo bien todos los días.

jaguar del Platanar dijo...

Yo que no vivo en el GAM, he visto, cuando voy por allá, que la gente se la pasa amargada. Basta con viajar en cualquier bus en San José y observar los rostros de los transeúntes, fríos, obstinados, amargados, estresados, cansados, cuasi-violentos...